Hoy esta inquieto el dia en su quietud, regularidad de las cosas.
Estamos desesperados de no entrelazarnos hoy,
pero tan conectados en la ausencia,
que tanto presente ausente se come las horas
y vuelve el día a su comleja soledad.
Magnifica las tardes, las noches, las madrugadas dormidas,
y entre eso que es tripolaridad, sueño, borrachera y lucidez,
encontramos algo parecido a la satisfacción
hasta el mañana.
Así fue ayer.
Tiempo incorporado holográmicamente en nuestras células,
existencia humana codificada en genes que nos determinan
y en esa determinación la frecuente pregunta
¿Quienes somos?
Herencia para nuestros hijos.
Hoy, no ayer, presente estas más ausente,
en lo que es hoy para el reloj y el calendario.
Todo el simbolismo del sábado cifrado en este,
que será el recuerdo del futuro,
ausente presencia eterna.
sábado, 1 de noviembre de 2008
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