Estoy enferma,
enferma de amor.
Hay una fiebre de amor
que me obliga a caer al piso
inconciente,
tirada.
Me obliga a seguir,
a contorsionarme,
no puedo, no puedo,
no puedo deternerme.
Conciente de esta fiebre
de inconciencia,
que se secreta por mis poros,
en cada contorsion.
Sudor lleno de inconciencia
que se adhiere a las sábanas
y me impide la posición erecta,
simplemente ya no puedo concentrarme.
Inconciencia que me acompaña
cuando voy y vengo,
se levanta conmigo al agua de la mañana,
se mira al espejo en mis ojos
y aún cuando mi ropa combina
ya no me viste
a veces siento hambre
y como
y a veces siento sueño
y duermo
a veces incluso creo ke entiendo.
Y de pronto abro los ojos
y me doy cuenta ke aún estoy tirada.
martes, 4 de noviembre de 2008
sábado, 1 de noviembre de 2008
presente ausente
Hoy esta inquieto el dia en su quietud, regularidad de las cosas.
Estamos desesperados de no entrelazarnos hoy,
pero tan conectados en la ausencia,
que tanto presente ausente se come las horas
y vuelve el día a su comleja soledad.
Magnifica las tardes, las noches, las madrugadas dormidas,
y entre eso que es tripolaridad, sueño, borrachera y lucidez,
encontramos algo parecido a la satisfacción
hasta el mañana.
Así fue ayer.
Tiempo incorporado holográmicamente en nuestras células,
existencia humana codificada en genes que nos determinan
y en esa determinación la frecuente pregunta
¿Quienes somos?
Herencia para nuestros hijos.
Hoy, no ayer, presente estas más ausente,
en lo que es hoy para el reloj y el calendario.
Todo el simbolismo del sábado cifrado en este,
que será el recuerdo del futuro,
ausente presencia eterna.
Estamos desesperados de no entrelazarnos hoy,
pero tan conectados en la ausencia,
que tanto presente ausente se come las horas
y vuelve el día a su comleja soledad.
Magnifica las tardes, las noches, las madrugadas dormidas,
y entre eso que es tripolaridad, sueño, borrachera y lucidez,
encontramos algo parecido a la satisfacción
hasta el mañana.
Así fue ayer.
Tiempo incorporado holográmicamente en nuestras células,
existencia humana codificada en genes que nos determinan
y en esa determinación la frecuente pregunta
¿Quienes somos?
Herencia para nuestros hijos.
Hoy, no ayer, presente estas más ausente,
en lo que es hoy para el reloj y el calendario.
Todo el simbolismo del sábado cifrado en este,
que será el recuerdo del futuro,
ausente presencia eterna.
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